Los bosques amazónicos constituyen la masa forestal continua más extensa y
prístina del planeta.
Fotografías de Heinz Plenge que resaltan riqueza biológica y cultural de la
Amazonia peruana será apreciada por norteamericanos y europeos hasta 1999.
Peru, The Rain Sanctuary es el título de la muestra
fotográfica itinerante que Heinz Plenge ha preparado desde hace dos años para ser
exhibida en varias ciudades norteamericanas y europeas. La realización del proyecto fue
posible gracias a los aportes de Promperú, Aeroperú, Concytec y especialmente de Shell.
La muestra, que desarrolla el tema de la biodiversidad de la Amazonia peruana en 51
fotografías, se inauguró el 18 de junio en el Montreal Biodome. Se calcula que cerca de
500,000 personas visitarán la exposición hasta setiembre. Asimismo, otras versiones de Peru,
The Rain Sanctuary se están presentando en el Royal Kew Botanical Gardens y en la
Universidad de Kent.
A continuación, se reproduce fragmentos de dos cartas que acompañan al trabajo de
Heinz Plenge, las cuales fueron redactadas por una niña de 12 años y el presidente de la
Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP):
A mi papá:
Hoy cumplo doce años. Recuerdo que tenía cinco cuando partiste a tu largo viaje a las
estrellas. Nos dejaste solos y ahora estoy estudiando en la escuela de la comunidad.
A veces he llorado al recordarte y el profesor me dice que no tenga pena, que tú
estás bien, al lado del buen Ajutap [Dios, en idioma aguaruna] en el cielo; pero mi mamá
me contó, que te escuchó en la chacra silbando como el sui-sui.
(...)
Foto: Heinz Plenge
El jaguar negro, Panthera onca, raro y escaso.
Cuando tengo ganas de llorar vengo solita hasta la cocha [lago pequeño] y me siento a
la sombra de un renaco [árbol que crece en lugares inundables], aquí donde estoy
escribiendo esta carta en mi cuaderno. ¿Sabes por qué? Porque aquí se han escondido dos
amigos míos que andan solitarios, no tienen crías ni pareja: uno es el delfín rosado y
el otro es el manatí. A veces me baño con ellos y les gusta que los acaricie.
A mí me gusta el calor de su piel suave y húmeda, y porque son muy juguetones; hasta
me hacen reír. Al manatí le brillan los ojitos de contento cuando lo dejo nadar haciendo
remolinos a mi alrededor.
¿Será así donde tu estás? Al delfín le gusta conversar y a veces creo que tú eres
él; pero estoy preocupada porque hoy día aún no los he visto. Ojalá no estén
enredados en las redes de los pescadores; o los hayan arponeado.
Otra vez te morirías. No quiero que eso te vuelva a suceder. Si puedes ver al buen
Ajutap por donde estás, pídele que nos ayude e ilumine a nuestros mayores, para
entender, cuidar y respetar este santuario. Aquí está el verdadero paraíso. Paraíso
verde, paraíso vivo, paraíso indígena, paraíso de la humanidad.
Tu hija,
Nuha Nuha
P.D. Estuve todo el día aquí en la cocha y sólo ha llegado el manatí.
Gente de la lluvia
Nuha-Nuha es una niña de mi pueblo. Ella, como muchos de los nuestros, asiste a una
escuela; y este año vio la televisión por primera vez. Quizá, conoció el avión antes
que el auto, pues en el lugar donde vive, todavía no existen carreteras.
A sus doce años se encuentra en medio de una encrucijada cultural. En el umbral del
milenio, el impacto por el encuentro con el mundo occidental, aún no se ha disipado en el
Perú. Esta relación se inició en 1532 con la llegada de los europeos, pero la
confusión continúa, al menos, para muchos indígenas como nosotros, que vivimos en
lugares remotos de la selva.
()
César Sarasara
Líder aguaruna y presidente de la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del
Perú (CONAP).
Photo: Heinz Plenge
La Laguna de los Cóndores, Amazonea. desde la bruma de los tiempos se siente su
clamor,
por el destino de la herencia natural y cultural que este pueblo dejó.