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Chiuichín: Viaje a la Sierra Limeña

Chiuichín Photos - click to enlarge Mylene d'Auriol

 

 

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Cuenta una leyenda que un inca estuvo de paso por cierto lugar donde embarazó a una ñusta. En el idioma quechua, "chiuchi" significa hijo pequeño o polluelo; de ahí el nombre de la localidad: Chiuchín. Este pueblo es uno de los cuatro que se encuentran en la zona. Es decir, con sólo recorrer pocos kilómetros más, se puede conocer Picoy, Huancahuasi y Rapaz.

Si el motivo inicial de este viaje es bañarse en las aguas temales característica del área, ya en el lugar, la naturaleza y la paz del paisaje hacen valorarlo por el contraste que representa con la bulla y agitación reinantes en la ciudad. La belleza de aquellos parajes invita a pasear y experimentar la armonía que la combinación del río, la vegetación, las montañas y el cielo serrano producen en silencio.

Son varias actividades que se pueden realizar. Aparte obviamente del imperativo baño en aguas termales, está el paseo entre los pueblos de Chiuchín y Huancahuasi. El trayecto entre estos dos pueblos es de sólo 12 kilómetros. Hay que movilizarse con precaución, porque el camino es angosto y muy rústico.

Continuando el ascenso, luego de unos 15 minutos, se llega a Picoy. En este pueblo es interesante hacer una parada en la plaza, en donde se halla una iglesia con una graciosa fachada que parece encorvarse hacia los lados, asemejando la iglesia de un retablo artesanal.

Pasando Picoy, y luego de algunas pendientes muy pronunciadas, se llega a Huancahuasi. En esta parte, el valle es más abierto y produce una renovada sensación de libertad, más intensa aún a la ya experimentada durante el ascenso desde Chiuchín. Además, la luz del día resalta con especial fuerza los colores de los alrededores. En este lugar, situado a unos 12 kilómetros de Chiuchín, en primorosos locales con paredes de piedra, cuya arquitectura que trata de imitar a la arquitectura inca (pero que no logra convencer del todo en su cometido), están los Baños Termomedicinales de Huancahuasi. Estas instalaciones albergan la mayor variedad de baños termales de la zona.

Sin duda, la piscina de aguas termales más imponente es una que está al aire libre, también en Huancahuasi, al lado de una montaña. Nadie que llegue a ese lugar para tomar baños termales debe perderse un baño en esa piscina. Es una experiencia inigualable, que combina el agradable baño termal, la vista de un majestuoso paisaje andino y, si hay suerte, el calor de un esplendoroso sol serrano. Por supuesto, que la posibilidad de tan maravillosa experiencia, sólo es dable si las condiciones del clima lo permiten, esto es, nada de lluvia y poco viento.

En Huancahuasi es muy común que los pequeños hijos de los pobladores se acerquen a los viajeros y les ofrezcan un "vaso de maca". Esta bebida, que parece una mazamorra dulce, pero no empalagosa, de inmediato muchos terminan apreciándola.

Esta zona es ideal para el ciclismo de montaña y para el trekking. Es recomendable no hacer ejercicio el día de la llegada, puesto que la altura es de entre 2,500 y 3,000 metros sobre el nivel del mar, y el ejercicio podría provocar soroche.

Para los ciclistas la subida desde Chiuchín hasta Huancahuasi es obligatoria. Se trata de 12 kilómetros por el camino afirmado que utilizan los vehículos. Este recorrido ofrece diversas pendientes y exige del ciclista esfuerzos moderados y fuertes. Realizar este ascenso en bicicleta tiene la ventaja de que uno se puede detener en cualquier momento para apreciar el paisaje, tomar aire y obtener algunas fotografías.

Al llegar al destino, se recomienda merodear por los alrededores por algún tiempo, tomar un buen vaso de maca y emprender el regreso a Chiuchín. Si la subida fue impresionante por los paisajes y el ejercicio, pues la bajada será apasionante por la adrenalina de la velocidad. Es imprescindible usar casco y tener mucho cuidado con los carros que van de subida.

En cambio, para los que hacen trekking, es preferible que paseen por la zona de Chiuchín, en donde las montañas son más aptas para este tipo de deporte, porque cuentan con trochas que sirven de guía para los ascensos. Además, combinando el trekking con un poco de arqueología, pasando Huancahuasi, en Rapaz, podrán hacer una caminata por las ruinas de Rapazmarca.

Para llegar a Chiuchín, desde Lima, hay que tomar la carretera Panamericana Norte, hasta Huaura, pasar Huacho, y voltear a la derecha, a la altura del kilómetro 142, en el desvío a Sayán. De Huaura a Sayán hay 44 kilómetros. En Sayán, es recomendable hacer una parada para abastecerse de combustible, puesto que en la ruta a Chiuchín sólo habrá posibilidad de hacerlo en un lugar donde el sistema de expendio es muy rústico. De Sayán se debe seguir 46 kilómetros por la ruta del río Huaura, hasta El Cruce Chiuchín-Chiuchín, que es el último lugar en donde con seguridad se consigue gasolina.

Al llegar a El Cruce, la distancia a Chiuchín es de 18 kilómetros, que se recorren bordeando el río Chegras, que es afluente del Huaura. Esta parte del camino está en malas condiciones, por lo que parece mucho más larga de lo que en realidad es.

Para el alojamiento hay dos posibilidades. Una es buscar el hostal Doña Herminia, que se encuentra a aproximadamente 150 metros de la plaza principal de Chiuchín. La otra es continuar unos 12 kilómetros más hasta Huancahuasi, en donde hay cómodos bungalows que se pueden alquilar.

Por Alberto Cappa
Año III/Número11 , Página 76
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