UNA NUEVA TEORIA PARECE ACLARAR UN ANTIGUO MISTERIO DEL
PERU: LAS LINEAS
DE NAZCA SEÑALAN CLARAMENTE LA FUENTE Y CURSO DE RIOS SUBTERRÁNEOS.
La provincia de Nazca, ubicada en la
costa sur del Perú, es una región sumamente árida, irrigada sólo por unos cuantos
ríos dispersos. En 1995, mientras visitaba a unos sacerdotes estadounidenses que viven
allí, les sugerí que podría encontrar fuentes subterráneas de agua utilizando una
varilla metálica (radiestesia), y examinando la hidrología y geología del área Mi
ofrecimiento fue recibido con escepticismo, de manera que les propuse que comprobaran mi
sistema en una fuente de agua subterránea, cuyas dimensiones conocieran y que yo nunca
hubiera examinado. Aceptaron mi propuesta, y los resultados fueron muy convincentes,
pues pude medir con toda precisión el ancho y profundidad de
la fuente de agua elegida. Quedaron impresionados y convencieron a su diócesis de
Jeffersson City, Missouri para que me invitara el siguiente mes de julio y los ayudara a
encontrar nuevos recursos hídricos en la provincia. Desde ese entonces, lo que había
comenzado como una búsqueda de aguas subterráneas, se convirtió en una nueva
interpretación de la hidrología y geología de la región, y de las mismísimas Líneas
de Nazca.
Inicié mi estudio del Valle de Nazca en 1996, examinando los
antiguos acueductos, conocidos localmente como puquios, que los antiguos habitantes
habían cavado hasta el nivel freático, desde donde canalizaron luego el agua.
Históricamente los acueductos proporcionaron una fuente
confiable de agua para los valles, incluso en los años de mayor sequía, cuando muchos
pozos se agotan.
Las teorías tradicionales sostienen que los puquios se ubican
al pie de las colinas que se extienden desde las estribaciones de los Andes. Y como éstas
consisten de estratos impermeables, desvían el serpenteante caudal subterráneo de los
ríos de vuelta a los valles y los acueductos capturan el agua.
Lo primero que descubrí en Nazca fue que esa era una noción
completamente falsa Mientras observaba la ubicación de lo acueductos a lo largo del
valle, me preguntaba por qué la mayoría corría paralelo al río en lugar de
atravesarlo. Considerando la escasez de agua en esta región, se podría especular que
fueron construidos para captar los mayores regímenes del caudal. Por ello, los acueductos
deberían cruzar los ríos, y no correr en paralelo a ellos como era la mayoría de las
casos. Y me pregunté si se tratara de una fuente totalmente distinta.
El primer acueducto que examiné, Achaco, fue el lugar ideal
para comenzar la investigación. Al buscar con la varilla la fuente de agua del acueducto
me di cuenta de que éste recibía agua de un canal subterráneo que corría al noreste,
al acueducto Curve y luego al acueducto Aja, a unos cuatro kilómetros al este de Achaco.
Esto indica que forman un solo sistema. Estudios anteriores afirmaban que la mayoría de
los acueductos eran sistemas individuales.
La búsqueda en el límite oriental del acueducto de Aja
señaló que el agua proveniente del río no ingresaba al sistema, hecho demostrado por la
falta de pozos. No obstante, existen varios pozos entre el acueducto de Aja y la base de
un cerro hacia e l norte del acueducto. Pude rastrear una fuente de agua que al final se
perdía debajo de este cerro.
Obtuve una mayor prueba de la existencia de esta fuente
comparando el nivel del agua de los pozos ubicados a lo largo de la base de este cerro con
la elevación del valle. Los pozos resultaban estar ubicados 20 metros más arriba del
valle, lo que denotó la imposibilidad de que su agua pudiera venir del río.
Muy interesante: un acuífero río subterráneo-
ingresaba hacia el valle de Nazca desde el norte. Anteriormente se pensaba que el agua de
la cuenca de Nazca fluía exclusivamente en dirección este-oeste, pero mis estudios
revelaron que no sólo el Aja, sino que también otros acueductos, recibían agua de
acuíferos que fluían del norte o del sur.
Actualmente se ha identificado la existencia de nueve
acuíferos en los valles de Nazca, Ajo y tierras Blancas. Cuyo ancho varía entre 40 y 50
metros. Diversas investigaciones demuestran claramente que donde ingresan los acuíferos
se produce un cambio en la falla o en la formación, y existe un acueducto ¿Qué quiere
decir esto? Que las culturas antiguas construyeron los acueductos identificando los
lugares precisos donde estos acuíferos ingresaban a os valles y los ubicaron en puntos
estratégicos para captar el agua y desviar una parte hacia las regiones áridas
Durante décadas se ha especulado acerca de una relación
entre las Líneas de Nazca y los recursos hídricos. Pero no se ha podido demostrar esta
teoría y entendí por qué: se relacionaron los geoglifos que forman las Líneas de Nazca
con cuencas superficiales y no con acuíferos. Durante mi investigación advertí la
relación entre muchas de las Líneas de Nazca y los acuíferos: donde fluyen acuíferos y
los suelos superficiales no se ven perturbados por inundaciones aluviales, agricultura o
construcciones, existen geoglifos.
Al identificar los acuíferos, descubrí que varios geoglifos
correspondían a mis cálculos. Por ejemplo, por ejemplo un gran triángulo identificaba
la fuente de un acuífero y un patrón zigzagueante aislado indicaba la ausencia de agua.
De ser esto cierto, los antiguos habitantes de este lugar identificaron y marcaron los
puntos donde los acuíferos emergen de las montañas y cruzan la pampa.
Pensé: "si esto es cierto, al leer los geoglifos
llegaré a los acuíferos", e invertí el patrón de mi investigación, Seguí los
geoglifos para encontrar los acuíferos y descubrí que los geoglifos los identificaban
claramente. Incluso, en algunos casos, se hallaban en lugares donde uno menos lo esperaba.
Por ejemplo, los geoglifos que cruzan la Carretera
Panamericana cerca a Pajonal, inmediatamente al sur de Nazca, atraviesan un tramo
totalmente árido de la pampa.
¿Cómo podría existir agua en ese lugar? Los
geolglifos me condujeron a una falla y a un dique intrusivo al extremo de la cordillera,
inmediatamente al oeste de un gran emplazamiento arqueológico en el valle de Taruga . Un
estudio más detenido mostró la existencia de una gran falla de norte a sur entre los
valles del Tarugo y Nazca, y otras fallas que cruzan transversalmente de este a oeste,
debajo de Cerro Blanco.
En los lugares en que esta falla entra al valle de Nazca esta
del acueducto Cantalloc, numerosos geoglifos denominados el Telar y dos pozos con un
régimen sumamente alto. Los geoglifos de El Telar también apuntan directamente a las
principales fallas en las montañas.
Estudios más completos realizados en los cuatro valles de la
cuenca hidrográfica de Nazca llegaron a Ia misma conclusión: las Líneas de Nazca
describen claramente la fuente y curso de los acuíferos. Son un libro abierto en el
paisaje que ofrece a los habitantes de la región, tanto antiguos como actuales, la
solución a sus problemas de agua.
Resulta, por lo tanto, preocupante que en zonas donde las
líneas no están protegidas estén siendo destruidas a diario por la agricultura y la
construcción. De seguir así, se borrará para siempre uno de los más importantes
manuscritos del mundo antiguo.
Una vez establecida la relación entre fallas, acuíferos,
acueductos y geoglifos, será posible explorar los demás misterios de la cuenca
hidrográfica de Nazca. Por ejemplo se han encontrado muchas veces pozos con un régimen
sumamente alto, valle arriba de unos pozos secos del mismo valle. Esta situación podría
explicarse rastreando las fallas geológicas que cruzaban el río y canalizaban las aguas
subterráneas hacia otro lado, dado que estos cruces están firmemente marcados por los
geoglifos.
Esta observación explica también por qué existen tantos
sistemas muy largos de líneas. Los antiguos pobladores descubrieron que en las montañas
y en la pampa el nivel hidrostático es demasiado profundo para cavar pozos o construir
acueductos. Pero cuando una falla conduce agua y cruza un valle, es posible cavar lo
suficiente para llegar aun nivel hidrostático, En el punto donde una falla, un acuífero
y una línea atraviesan un valle fluvial, se podrá encontrar los restos de un
asentamiento humano antiguo, con su respectivo acueducto.
Después de dos años de investigación en Nazca, estoy seguro
de que los antiguos habitantes detectaron con exactitud los acuíferos de la región. Es
muy probable que ellos también los encontraron al utilizar la varilla metálica
(radiestesia). Estudiaron la geología de la zona y asociaron sus características
geológicas con las fuentes de agua subterránea marcadas claramente con una variedad de
geoglifos y establecieron una relación directa entre la arqueología, la geología y la
hidrología de la región. Aunque esta teoría bien puede no aplicarse a todas las
líneas, sí corresponde a muchas de ellas. |