En ciertos momentos del año, el Cusco parece una
ronda interminable de festivales, desfiles y fiestas. Los estallidos de cohetes rompen la
calma del amanecer casi a diario, pequeños grupos de devotos recorren la ciudad portando
iconos de alguna iglesia o capilla local, y en las grandes ocasiones las calles están
atracadas de parranderos durante toda la noche. A continuación, algunos de los
principales eventos: Semana Santa
La parte pública más conmovedora de la Semana Santa tiene lugar el día lunes anterior
al Viernes Santo, cuando el principal símbolo religioso del Cusco, el Señor de los
Temblores, es sacado de la catedral y llevado en procesión por las calles. Conocido
también como el Cristo Moreno, por el color oscuro de la imagen, este crucifijo de
tamaño natural es cargado por las calles del antiguo centro en un imponente pedestal de
plata, para realizar visitas a sus diversas iglesias, en tanto que una multitud de fieles
lo bañan con ñuqch'u, una flor silvestre de color rojo oscuro que simboliza la sangre de
Cristo.
La procesión finaliza con una emotiva despedida del gentío congregado en la Plaza de
Armas, mientras el Cristo Moreno regresa a la Catedral, con el acompañamiento de las
sirenas de los vehículos del cuerpo de bomberos voluntarios del Cusco.
Qoyllur Rit'i
Hasta hace unos 20 años, este festival fue modesto y pertenecía casi en su totalidad a
los campesinos de la zona al este del Cusco. Pero este es un culto en apogeo; hoy en día
parece que cada pueblo y aldea de la región envía a un grupo o dos de sus bailarines al
desolado valle a 4,600 metros sobre el nivel del mar, donde este festival se lleva a cabo.
Esta fiesta movible transcurre desde el domingo de la Santísima Trinidad hasta el
siguiente martes, usualmente a fines de mayo o comienzos de junio (en 1998 es del 7 al 9
de junio). El lugar es el valle de Sinakara, sobre el pueblo de Mawayani, en la provincia
de Quispicanchis.
Qoyllur Rit'i puede significar estrella de nieve, o bien, nieve resplandeciente,
-según el experto en quechua a quien se le pregunte-un nombre enigmático que nos
recuerda los orígenes precolombinos de este culto. Hoy el festival está recubierto de
significados cristianos; se dice que comenzó con la milagrosa presencia del Salvador a
fines del siglo XVIII. Alrededor de la roca donde se dice que hizo su aparición, se ha
construido un santuario cristiano.
La abrumadora primera impresión de esta fiesta es de caos, incomodidad y confusión.
Literalmente miles de bailarines y cientos de conjuntos deambulan por las laderas del
valle. El aire se llena de ruido y humo, y tronantes descargas de pólvora remecen la
tierra día y noche.
Para llegar al valle, se tiene que recorrer 8 kilómetros desde la carretera, a pie o a
caballo. De noche el frío es brutal y de día el sol de las alturas quema como un rayo
láser. ¿Por qué viene toda esta gente? Porque el Señor de Qoyllur Rit'i es poderoso.
Muchos acuden a pedir bendiciones mundanas (camiones, casas, trabajo), mientras que otros
quieren conseguir pareja o alcanzar el éxito en los estudios. Muchos piden una solución
a algún reclamo personal, en la medida de que Cristo es el dios de la justicia en la
versión andina del cristianismo. Y ya que los cerros vestidos de hielo que asoman sobre
el valle son asiento de un poder curativo, muchos llegan con la esperanza de sanar.
Tras el aparente caos, hay una disciplina. Los grupos de danzantes se ordenan en cuanto
llegan al santuario cristiano; Qoyllur Rit'i es uno de los pocos festivales del Cusco en
donde la embriaguez está mal vista. Los encargados de administrar el castigo por este
delito son los miembros de una gran agrupación de danzantes conocidos como ukukus o
pablos, quienes se visten con máscaras tejidas de lana y peludas túnicas, que vagamente
representan al oso andino.
El agua de los deshielos es considerada medicina sagrada, y uno de los deberes de los
ukukus es permanecer en vela durante el mortal frío del amanecer de los glaciares y luego
llevar el hielo a quienes esperan abajo.
Corpus Christi
El Corpus Christi, otra fiesta movible, se celebra pisándole los talones al Qoyllur
Rit'i, el siguiente jueves (el 11 de junio este año). En la ciudad del Cusco es un
festival multitudinario; todos los santos de las provincias dejan sus respectivas iglesias
para confluir en una gran procesión por el centro turístico, que acaba en un encuentro
de estas santas imágenes en la catedral.
Ahí pasan siete noches en compañía del Cristo Moreno, llevando su misteriosa empresa
y recargándose de poder sagrado. Los antropólogos tienen la sospecha de que este
festival deriva de un ritual del incanato, en el cual las momias de los incas eran sacadas
en procesión por la Ciudad Imperial y se juntaban en presencia del inca reinante.
Después de la procesión de los santos, un evento absolutamente más secular, auspiciado
por diversas cervecerías, se lleva a cabo en las calles. Miles de personas se reúnen en
quioscos, para tomar cerveza y comer el chiri-uchu (literalmente: frío-picante), un plato
tradicional que se sirve sólo en el Corpus Christi.